domingo, 2 de junio de 2013

Un gran amor que casi destruye el stargardt










He sabido de amores deshechos por el stargardt, he conocido casos muy crueles en donde al enterarse la familia del novio o novia que alguno de los dos tiene stargardt han influido en la persona sana y desbaratado noviazgo y hasta boda. Creo que cuando pasa eso el amor no era tan fuerte y realmente no valía la pena.
A mí no me ha sucedido a pesar de que alguna madre ha tratado de influir en su hijo parra que me dejara con el pretexto de:
Que harás cuando ella no vea? y estupideces de ese tipo… pero el amor era más fuerte que ese tipo de sandeces.

Pero si hubo un amor con el que el stargardt estuvo a punto de acabar: Mi amor por la lectura.
Desde que aprendí a leer, eso a muy muy corta edad, los libros llenaban mi vida, mi mente y me abrían un maravilloso mundo a la imaginación. Recuerdo que me escondía atrás de los sillones con cualquier libro que encontrara, era tan pequeña que cabía en las esquinas que hacen los sillones en la pared para leer. Mi madre, mi abuelita y mis tías solían sacarme de ahí  y me quitaban el libro, pero luego lo volvía a tomar y me volvía a esconder a seguir leyendo.

Recuerdo haber leído todo lo que cayera en mis manos, desde comics hasta libros del maestro del suspenso: Alfred Hitchcock de quien había varios libros de cuentos cortos en la casa de mi abuelita, realmente me apasionaba y entendía perfectamente el suspenso, de ahí mi preferencia por los libros de buen terror y suspenso que además resulto ser hereditaria ya que a varios de mi familia nos gusta el tema.
Cuando salíamos los domingos con mis padres de compras siempre regresaba con un libro nuevo, era como mi mejor compañero durante la semana lo mismo que la música.
De regalo de 15 años mi padre me regalo varias enciclopedias hermosas como: El Tesoro de la Juventud, La historia de México y La Revolución mexicana las cuales leí también.

Todos los libros que llegaban a la casa pasaban por mis manos, leía donde podía, en la cocina a la hora del desayuno, comida y cena (sé que es de mala educación pero no podía evitarlo)  en el automóvil y como todos, en la biblioteca más grande, el baño jaajajajajaj .

Pero un día me di cuenta que mi cuello estaba muy cansado de tomar la posición de los stargardts al leer, casi acostada sobre el libro, con los lentes y una lupa adicional , que un hueso de mi cuello se estaba saliendo de su lugar y después vino lo peor : ya no alcanzaba a leer.
Ese día fue terrible para mí, no encontraba consuelo, los libros no tenían la letra lo suficientemente grande para leerlos, mi tristeza era tremenda, no encontraba una solución, me sentía tan sola sin mis libros…. Tan sola.

Pero un amigo mío, Juan Carlos y mi hermano se dieron a la tarea de solucionar este problema y encontraron un parlante o lector de textos que instalaron en la computadora y junto con un scanner que compro mi papa se solucionó el problema, yo estaba feliz, pude a volver a leer desde la computador aunque desgraciadamente ahora no leo en las comidas y mucho menos puedo llevar la computadora al baño jajajajajaj.
Nuevamente leo, leo inclusive nuevamente libros que ya había leído, me puedo embeber horas y horas y aparte es rico que a una le lean.
Y ahora que sé que el nuevo maestro del suspendo, Stephen King, tiene stargardt, pues con más razón lo leo, así como a  muchos autores.
El stargardt no pudo con este amor, el amor resulto nuevamente más fuerte que él y quiero imaginarme como dice Jorge Luis Borges en su poema de los dones, que en esta ocasión les dejo: Ojala el paraíso sea una enorme biblioteca….si, ojalá así sea.
Este escrito se lo dedico a mi hermano Antonio que es un ávido lector y a mi amigo Juan Carlos Cuevas Becerril que colaboraron a que el stargardt no acabara con este amor.
Un libro es un gran amigo, no lo crees?

Con cariño, Liz, La Novia Cadáver

alterego.lizmit@gmail.com
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Mirada Stargardt
targardt APNES México
Retinosis Pigmentaria España
Twitter:@liznoviacadaver







4 comentarios:

  1. Estoy admirado de vos y los personajes que van apareciendo en el mundo con baja visión. Encantadora. Yo también leo desde los 3 años, (me enseñó mi vieja, así le decimos aquí cariñosamente a las madres) y por suerte no he parado, en mi mesa de luz hay como 7 libros que voy leyendo juntos. Todavía puedo con anteojos importantes y a veces uso una de esas linternas que se ponen en la frente. También escribo un poco y estoy yendo a talleres literarios, muy buemos. pero vuelvo a Vos y las otras chicas, me parecen excelentes. Un abrazo. Si querés leer algo, fíjate que tal entra tu lector de pantalla en los blog que tengo en facebook. Héctor Olmos
    Pd: tengo retinosis pigmentaria y te contacté a principios del año pasado cuando trabajaba en la biblioteca para discapacitados visuales de la Provincia de Córdoba, Argentina.

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    1. Gracias ectorm, disculpa la demora en contestar pero he andado al tingo al tango , eres muy amable como siempre , leer es una gran apsion para los que no podemos hacerlo, parece ser ... lo prohibido siempre es lo mas apetecible ajajjaj

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